¿Qué es una biopsia renal?
Es un procedimiento para extraer una muestra de tejido renal y analizarlo en el microscopio en búsqueda de alteraciones que expliquen la causa de la enfermedad renal, y así poder dar un tratamiento más efectivo para conocer y mejorar el pronóstico.
¿Cómo se realiza?
En la mayoría de los casos se realiza al insertar una aguja alargada a través de la
piel nivel lumbar (biopsia percutánea), apoyado con un ultrasonido en tiempo real para visualizar el riñón y las estructuras adyacentes para evitar complicaciones.
¿Cuándo realizar una biopsia renal?
En la mayoría de los casos el medico recomienda hacer una biopsia al encontrar alteraciones en el análisis de la sangre o de la orina que muestren:
- Sangre en la orina que se filtra por el riñón. (Hematuria)
- Proteína en la orina (proteinuria) en exceso, acompañado de otros signos y síntomas de enfermedad renal (Síndrome nefrótico)
- Problemas con el filtrado glomerular, que provocan acumulación de toxinas urémicas y liquido en el cuerpo. (Insuficiencia renal aguda de causa desconocida).
¿Para que sirve hacer una biopsia renal?
- Diagnosticar un problema renal de manera objetiva
- Ayudar a desarrollar planes de tratamiento según la afección renal
- Determinar a qué velocidad progresa la enfermedad renal
- Determinar el alcance del daño causado por la enfermedad renal u otra enfermedad
- Evaluar el funcionamiento del tratamiento de la enfermedad renal
- Controlar la salud de un riñón trasplantado o determinar por qué un riñón trasplantado no está funcionando de manera adecuada
*Siempre se tiene que evaluar el riesgo vs beneficio de realizar dicho procedimiento, ya que no todas las enfermedades renales requieren biopsia.
¿Cuáles son los riesgos de una biopsia renal?
Es un procedimiento de bajo riesgo y relativamente seguro, pero al ser un procedimiento quirúrgico el riesgo de complicaciones está presente, por lo
que el médico tiene que agotar todas las posibilidades diagnósticas con estudios
no invasivos (Laboratorio e imagen) para disminuir las complicaciones como:
Sangrado : Al ser un órgano muy vascularizado (compuesto por muchos vasos sanguíneos muy pequeños), la complicación más frecuente de la biopsia es el sangrado.
Para disminuir los riesgos se tiene que preguntar específicamente de medicamentos comunes que puedan interferir con la coagulación como:
- Medicamentos para reducir el riesgo de infartos: Aspirina (Ac. Acetilsalicílico), Plavix (Clopidogrel),
- Medicamentos para arritmias del corazón o trombosis: Xarelto (Rivaroxaban), Pradaxar (Dabigatran), Clexane (Enoxaparina), Eliquis (Apixaban).
- Medicamentos para el dolor: Ketorolaco, Diclofenaco, Naproxeno, Ibuprofeno etc.
- Además de los medicamentos, se tiene que analizar la sangre para evaluar la coagulación, y la orina para descartar infección urinaria, además de tener la presión arterial controlada (Menor a 140/90 mmHg).
Hematoma. En raras ocasiones, se puede presentar una acumulación de sangre (hematoma) alrededor de un riñón por sangrado grave que pueda llegar a requerir transfusiones de sangre e incluso intervención quirúrgica para detener el sangrado.
Fístula arteriovenosa Si la aguja con la que se realiza la biopsia daña accidentalmente las paredes de una arteria y una vena cercanas, se puede formar una conexión anormal (fístula) entre ambos vasos sanguíneos. Normalmente, este tipo de fístula no produce síntomas y se cierra de forma natural.
¿Qué pasa después del procedimiento?
Se mantendrá en sala de recuperación con reposo absoluto monitorizando los signos vitales, y las características de la orina de 4 a 6 horas.
Al no haber complicaciones, los pacientes son egresados entre 12 a 24 horas con algunas recomendaciones como:
No levantar objetos pesados, no realizar actividad física intensa durante mínimo 1 semana.
Una vez obtenida la muestra de tejido del riñón, se enviará a patología para ser examinado por un médico especialista.